Los cambios que dejará el Coronavirus en el mercado inmobiliario
El mercado inmobiliario está intentado sacar una lectura positiva de la crisis sanitaria y del golpe económico que se espera por el coronavirus. A pesar de que se han paralizado las operaciones de compraventa y que los expertos dan por hecho que la vivienda no recuperará la actividad normal al menos hasta final de año, el sector de mantiene optimista y confía en que el covid-19 traiga algunos cambios positivos.- Caída de precios y empoderamiento del comprador: la red considera inevitable que veamos una bajada de precios de las casas. Esta crisis obligará a muchos a tener que rebajar el precio de sus viviendas para adaptarlos a las nuevas circunstancias, sobre todo si quieren cerrar la operación con la mayor celeridad posible.
- Los tipos de interés seguirán estando muy bajos: otra de las buenas noticias es que, para hacer frente a la crisis, los bancos centrales de todo el mundo y siempre que no haya presiones vía inflación, mantendrán unas condiciones financieras acomodaticias. Así, los tipos de interés en la eurozona podrían quedarse en los mínimos históricos actuales del 0,0,%. Por eso, los intereses de los préstamos a familias y empresas continuarán bajos y el Euribor a 12 meses, el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas en España, no subirá con fuerza.
- Un refugio inversor en tiempos de incertidumbre: el estudio recuerda que, como ya ha sucedido en el pasado, una vez que pasen los momentos más críticos, la recuperación de este sector siempre es muy intensa, incluso superior a la esperada. Además, la volatilidad que está azotando los mercados financieros, sumada a la previsión de que se alargue la era de los tipos de interés ultra bajos, nos lleva a creer que el sector inmobiliarios continuará siendo un destino interesante para la inversión.
- Explosión de las herramientas tecnológicas: este período de confinamiento también supondrá un revulsivo para el sector aumente su apuesta tecnológica y por las nuevas herramientas digitales. Muchos profesionales inmobiliarios están aprovechando este parón para formarse, actualizar sus herramientas, estrechar relaciones con los clientes gracias a la tecnología,… Están creciendo tanto las visitas virtuales del as viviendas como la formación de los contratos de arras o el pago de la señal de forma telemática.
- Muchas viviendas de alquiler vacacional cambiarán de uso: también se producirá un trasvase del mercado del alquiler vacacional al tradicional ante el revés previsto del sector turístico, lo que permitiría aumentar la oferta de pisos en arrendamiento de larga estancia que hay disponible en el mercado. Este incremento vendrá acompañado de un ajuste a la baja natural en los precios.
- La gestión profesional del alquiler continuará creciendo: el paquete de medidas aprobado por el Gobierno, que distingue entre grandes y pequeños propietarios, será sin duda de gran ayuda para los inquilinos en situación de vulnerabilidad. Además, los grandes tenedores también han aportado sus propios planes de contingencia a los inquilinos más la gestión profesional de los activos permite una respuesta más eficiente que la de los propietarios particulares y que esta tendencia se consolidará aún más después de esta crisis.
- Sólo sobrevivirán los mejores: al igual que sucede en los demás sectores de la actividad, las empresas más preparadas son las que mejor se repondrán del golpe económico, mientras que las más débiles corren el peligro de desaparecer. La tecnología con la que cuenten los agentes inmobiliarios, la formación, herramientas financieras y fortaleza de su marca, marcarán la diferencia.
- Retraso en las medidas sobre el alquiler que critica el sector: la expansión de la epidemia de momento ha dejado en el aire una de las medidas estrellas del gobierno: controlar los precios del alquiler. A pesar de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana tenía previsto presentar el índice de precios del alquiler en el primer trimestre, la medida ha quedado aplazada. También se retrasa el objetivo de llevar al congreso una iniciativa para permitir el control de precios del alquiler en aquellas zonas que han experimentado subidas desorbitadas.

